En enero de 2016, el entonces presidente Barack Obama abordó las demandas cambiantes de la economía del siglo XXI e identificó las ciencias de la computación (CS) como la “nueva habilidad básica que se requiere de los estudiantes contemporáneos.1" Para afrontar el desafío de su época, anunció un plan para dar a todos los estudiantes acceso a la educación informática.
La identificación que hace el presidente Obama de la importancia de la educación en informática refleja las actitudes y opiniones de muchos educadores, y también las de los padres y estudiantes del país. Así lo enfatizan los hallazgos de un estudio reciente realizado por Google; El 82% de los estudiantes estaban al menos algo interesados en aprender informática, y el 84% de los padres citaron la informática como al menos tan importante como las materias requeridas (y más familiares) como matemáticas y lectura.
Reflexionando sobre la presencia omnipresente de la nueva habilidad básica del siglo en la sociedad, el ex director ejecutivo de General Electric, Jeff Immelt, afirmó recientemente:
“Si te unes a la empresa cuando tienes 20 años, a diferencia de cuando yo me uní, aprenderás a codificar. No importa si estás en ventas, finanzas u operaciones. Puede que no termines siendo programador, pero sabrás codificar”.2 Immelt describe un objetivo en el que se reconoce y valora la transferibilidad de las habilidades fundamentales de la informática, y los subproductos de la formación en informática (por ejemplo, descomposición de problemas, lógica, identificación de soluciones alternativas, creatividad) también se aprecian por su aplicación fuera de la informática. dentro de la fuerza laboral.
Un objetivo correspondiente ha sido ampliar la participación en las clases de educación informática; abordar la brecha de género en esta área temática también ha sido un objetivo constante. Actualmente, las niñas representan aproximadamente la mitad de todos los que toman el examen AP, pero representan sólo el 25% de los que toman clases de informática AP.3
La robótica educativa puede ser una herramienta eficaz para enseñar informática y al mismo tiempo ayudar a ampliar los objetivos de participación.4,5 Los avances recientes en robótica educativa han reducido los costos y han aumentado la facilidad de uso, haciéndolos más accesibles para los estudiantes y progresivamente considerados como una forma confiable de aprender conceptos de informática. Como tal, la conexión entre la informática y la robótica es clara; los estudiantes tienen la capacidad de programar sus robots para realizar tareas complejas, tanto en el aula como en campos de competencia. Si bien la realización de tareas complejas puede ser el fin, los medios implican descomponer estas tareas en partes más pequeñas y luego construirlas de forma iterativa para crear una solución.
En las aulas, el andamiaje de ese proceso es de vital importancia y, una vez más, la Robótica Educativa puede ser eficaz para facilitar tanto la descomposición como el andamiaje de tareas complejas. La capacidad de enseñar eficazmente habilidades informáticas generalizables y, al mismo tiempo, ofrecer formas de ayudar a diversificar a los estudiantes que ingresan a estos campos, hace que la Robótica Educativa sea un contribuyente significativo al movimiento Computación para Todos.